Existe
un abrigo rocoso que alberga la colección de pinturas rupestres más gran de El
Salvador. Nos referimos a la cueva del espíritu santa o también llamado GRUTA
DE CORINTO, en la zona oriental del país, el departamento de Morazán. El
municipio tiene una extensión de 94,99 km ya cabecera una altitud de 820 msnm,
que su principal atracción es este arte categorizado como una verdadera reseña
del arte primitivo.
Al
hablar de pinturas como estas nos referimos a las imágenes plasmadas por los
pobladores mesoamericanos y para el caso de lo que hoy territorialmente
comprende el área geográfica de El Salvador, algunas manifestaciones de este
maravilloso arte se conocen como pinturas rupestres, estas se encuentran en las
cuevas de Corinto.
La
cueva del espíritu santo o gruta de Corinto, resguarda en sus extrañas una
invaluable muestra de pinturas rupestres que representan figuras humanas adornadas con penachos,
manos, serpientes, lanzas, entre otros, y se calcula que fueron creadas de 5
mil a 10 mil años antes de Cristo. Sin embargo
pese a su valor histórico, el abandono que el sitio sufrió durante la
guerra, la filtración de agua, la colonización de abejas y el vandalismo, han
deteriorado una gran parte de las pinturas, que se cree pertenecen a los
periodos Arcaico, Clásico en incluso postclásico. En 2009 el sitio arqueológico
gano el premio Fondo Del Embajador, que es otorgado por la Embajada de los
Estados Unidos y que consiste en brindar un aporte económico para que sea
empleado en pro del rescate, la conservación y la preservación de sitios
culturales como este. Con aportaciones como estas se permite que se haga un
mapeo del lugar, un estudio arqueológico, documentación de pictogramas.
Las
expresiones plasmadas en este arte prehistórico son parte de esa historicidad
aun no decodificada, entre las acciones de los especialistas en interpretarlas,
lo cual dificulta al no tener mayor información al respecto. Tomando en cuenta
el valor histórico, así como las manifestaciones en torno a las imágenes, el
arte rupestre en su esencia es una construcción de las mentalidades,
posiblemente las rituales, que de alguna manera al ser plasmadas, formaban
parte de la representación mental del medio en el cual los seres humanos
cohabitaban, no cabe duda que las imágenes plásticamente plasmadas, de alguna
manera nos revelan mágicamente, las contribuciones que hacia ante la
materialidad de esta forma de comunicación humana.
En
todo caso es necesario decodificar porque se le denomina arte rupestre a esta
forma de comunicación netamente humana. Este arte forma parte de una
construcción material de la cultura en todas sus dimensiones.
Con
la importancia de lugares como este y poderoso significado del arte encontrado
en Corinto, el abrigo rocoso fue decretado Monumento nacional, enriquecido con
la posesión de la colección de pinturas rupestres más grandes de El Salvador.
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