Vamos a entender ambos
conceptos. Transculturación es una postura del difusionismo cultural, se
refiere al proceso mediante el cual ocurre una transmisión de hábitos y costumbres de una cultura a
otra. En este proceso existe un contacto entre personas de distintas culturas en
el cual ambas personas comienzan a compartir su cultura, pero durante este
proceso existe una cultura predominante y esta cultura que predomina influye
mas en la otra y de la cual poco a poco se adoptan mas rasgos culturales,
mientras la otra cada vez que esto pasa pierde su identidad propia.
El proceso de ACULTURACION se
refiere al proceso por el cual cambia la cultura propia total o parcialmente
por la de otros. Ambos procesos de transculturación y aculturación, juegan un
papel muy importante en la formación de la identidad. La cultura que rodea al
individuo define su identidad y mediante al proceso de transculturación y
aculturación, la cultura original sufre una alteración y por lo tanto la
trayectoria de la formación de la identidad del individuo cambia. Debido a que
en la cultura original hay nuevos factores que re direccionan el proceso para
la definición de su identidad.
Estos dos procesos están
ligados a la cultura, el papel primordial que juega cada uno es el de
trasmisión y asimilación de la cultura, estos procesos traen beneficios y afectaciones
positivos y negativos como el enriquecimiento de la cultura, un conocimiento
generado a partir de distintos puntos de vista y por supuesto la pérdida total
o parcial de la cultura original.
En América esta problemática
se cristaliza desde fines del siglo XV con el llamado descubrimiento, no
obstante llegadas las independencias y la época moderna se consolidan las
identidades. En la conquista el primer encuentro no es otra cosa que un choque
entre ambas culturas, la indígena con la occidental y es tan fuerte que ni unos ni otros logran entender
bien y mucho menos asimilarlos y surge la imposición de nuevas creencias.
Esto afecto radicalmente a El
Salvador y lo sigue haciendo, tenemos cosas adquiridas de otras culturas que
nos han cambiado y nos han afectado de generación en generación tanto en la
forma de hablar, de vestir, de comer de pensar e incluso de actuar, enterrando
las características originales de nuestra cultura y estamos sometidos a nueva
tendencias con la clara certeza que
hemos ido perdiendo así nuestra propia identificación cultural, dejando en el
pasado la definición de lo que somos.
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