América Latina desarrolló su
historia de espaldas a Asia, aunque tuviera antecedentes "asiáticos"
en las sociedades precolombinas, y el imperio español se adentrara por el
Pacífico hasta conquistar las Filipinas. Al centrarse en el Atlántico, el
subcontinente americano perdió la oportunidad de aprender de sociedades que se
encuentran hoy entre las más dinámicas del mundo, y de superar de este modo los
malentendidos de la historia colonial. Una perspectiva comparativa entre
América Latina y Asia muestra las diferencias entre sociedades que supieron
resistir a las intromisiones extranjeras, y las que sucumbieron a ellas.
Los origenes de China
China esta dividido en 22 provincias
y la capital es Pekín o Beijing,tiene una extensión de9.572.900 km2, una
población de1.288.892.000 habitantes y una densidad: 134,6 h/Km². Sus costas
están bañadas por varios mares formados por el Océano Pacífico, que reciben los
nombres de mar del Japón, mar Amarillo, mar de Corea y mar de la China. Varias
cadenas de altas montañas separan el territorio chino, casi por todas partes,
de las comarcas que lo limitan, a saber: la Siberia, el Turkestán
independiente, el Indostán y la Indochina, que, juntamente con el mar, trazan
límites naturales que le aíslan en cierto modo del resto del mundo. Los ríos
considerables que atraviesan este inmenso país son el Amarillo y el Azul, que
difunden la riqueza por infinitos canales, debiendo notarse el Canal imperial,
de 1.200 kilómetros de largo, que es el mayor del mundo entero. Entre los
importantes lagos de China es digno de mención el Tungtin que tiene 320
kilómetros de contorno.
Los chinos pertenecen a la raza
amarilla o mongólica. Sus tradiciones nos enseñan que bajaron de la meseta del
Asia Central, al lado de la India, y se extendieron hacia el oriente. Se admite
generalmente que esta nación existe como tal desde -hace unos 4.500 años, pues
los más ardientes defensores de la cronología china no colocan el principio de
los tiempos históricos en sus anales más allá de 2.637 años antes de
Jesucristo. El primer emperador de la China fue Yao, que se le representa bajo
la imagen de un príncipe modelo, que se ocupa en determinar el curso del sol,
de la luna y de las estrellas; administraba justicia en persona; se cuidaba de
ver si el pueblo sufría; labró tierras incultas y abrió canales para hacer
correr las aguas después de una gran inundación, y hasta hizo desecar el suelo
de su imperio, que las primeras colonias encontraron tal vez cubierto aún por
las aguas del diluvio. Cuando las fuerzas le faltaron por hallarse en la
ancianidad, se asoció a Chun, quien le sucedió en el trono. Chun fué después
reemplazado por Yu. Los reinados de estos tres emperadores son alabados por los
chinos, que ponderan su genio, sus costumbres y sus virtudes. Yu había
designado a uno de sus ministros para sucederle; pero los grandes del imperio
dieron el trono a su hijo Kí, dando así principio al derecho de herencia. Con
este soberano empieza la primera dinastía, llamada de los Hia en el año 2205 a.
de J.C., los que tomaron el título de rey, porque el de emperador era difícil
de llevar después de Yao, Chun y Yu.
La historia de los reyes de esta
dinastía es una serie de crímenes vergonzosos, de vicios y excesos que
provocaron revoluciones sin fin, hasta que el último rey, Ki, fué destronado.
La segunda dinastía fue la de los Chang, durante cuyo reinado las hordas del
mediodía invadieron el imperio, llevando por todas partes la desolación y la
muerte. A esto se agregó la guerra civil, que por espacio de veinte años sembró
la confusión más horrorosa en todo el imperio. Arrojado de su trono el último
de los Chang, empezó la tercera dinastía, la de los Tcheú. Aunque empezó bien,
el orden se alteró luego, y esta dinastía se sostuvo por muchos siglos en medio
de un caos indescriptible, hasta que perdió el poder y empezó a reinar la
dinastía cuarta, la de los Thsin, que restauró la unidad del país. Qin Shi
Huang el primer emperador de esta dinastía mereció ser llamado el Alejandro de
la China, por sus conquistas. Hizo construir notables obras públicas, entre
otras, la Gran muralla. A su muerte, el imperio se dividió, y la familia de
Thsín pereció víctima de una rebelión.
La quinta dinastía es la de los Han
que subsistió hasta el año 220 de nuestra Era.
En su tiempo, A pesar de su
antigüedad, ni los griegos ni los romanos tuvieron ideas exactas de este país;
lo conocieron vagamente bajo el nombre de Sérica, derivado de la voz ser, que
en lengua tártara significa seda. En la China no hubo castas; puede
considerarse este pueblo como una familia que, desarrollándose, llegó a formar
un gran imperio. El rey ejercía un poder absoluto sobre las personas y las
cosas; pero semejante despotismo se hallaba atemperado por los Letrados, que
constituían una secta, para entrar en la cual no se necesitaba más que estudiar
y quedar bien en los exámenes. El rey o emperador no podía conferir poder ni
dignidad a persona alguna que no fuese designada por los Letrados, y debía
respetar a éstos cuando le decían la verdad. Por lo demás, el soberano era
déspota.
Los origenes de America
Los mayas se ubicaron en tres
grandes zonas: La Zona Norte incluye los actuales estados de Yucatán, en su
totalidad y la mayor parte de Campeche y Quintana Roo. En tal territorio el
terreno es pedregoso y semiárido con partes bajas donde predomina una vasta
planicie calcárea con vegetación de monte bajo, con clima regularmente seco y
cálido en demasía. No hay ríos de superficie, pero el terreno es permeable y el
agua se filtra rápidamente, formando corrientes subterráneas que se abren en
bocas naturales llamadas cenotes. La Zona Central cuenta desde el río Usumacinta
o Grijalba en el actual estado de Tabasco, hasta la parte oriental de Honduras,
incluyendo también el Petén guatemalteco, Belice y parte de Chiapas. Tiene un
clima caliente y húmedo, con lluvias abundantes en la temporada. La vegetación
es de tipo tropical. La Zona Sur comprende las tierras altas y la faja costera
del océano Pacífico, con parte de Chiapas, Guatemala y El Salvador. El clima es
templado.
Cuando los Mayas florecieron era un
imperio que abarcaba todo Meso América. Vivieron en las selvas del Petén,
Guatemala, parte de Yucatán, occidente de Honduras y El Salvador. Los Mayas que
florecieron entre los años 300-900 de nuestra era, se les conoce como del
Período Clásico. Pero súbitamente, en su cúspide, colapsaron y desaparecieron.
Resurgieron 200 años después en Chichén Itzá pero más debilitados, en lo que se
conoce como Período Posclásico. La casta sacerdotisa era la dominante, fueron
exitosos en las ciencias como en las artes, hábiles en el arte del tejido a
base de algodón y la fibra de agave. Con el plumaje de numerosos pájaros que
existieron en su territorio realizaban soberbios tejidos. La orfebrería era muy
avanzada y la metalurgia del cobre bien conocida. Su arquitectura es la más
perfecta del nuevo mundo, con decoraciones en relieves, pinturas y calados. La
cerámica tenía forma animal, o humana, y era grabada o pintada. La escritura
supera a las restantes escrituras americanas. La súbita desaparición de sus
tribus del período clásico ha suscitado controversiales especulaciones en los
últimos siglos. Entre las muchas ciudades mesoamericanas que fundaron, dos
fueron de las más importantes y cuyas ruinas existen: Tikal en las selvas del
Petén en Guatemala y Chichén Itzá en Yucatán, México.
El azteca fue un pueblo que,
mediante alianzas militares con otros grupos y poblaciones conoció una rápida
expansión y dominó el área central y sur del actual México entre los siglos XIV
y XVI, si bien es cierto que en un primer momento tras su llegada, tuvo que
enfrentarse a otros pueblos ya asentados en la zona. Tras la muerte de
Moctezuma II en el 1520, se puso de manifiesto la debilidad de este gran
imperio, derivada de aquella rápida expansión: no podían controlar aquel vasto
territorio; las divisiones internas entre provincias y las tensiones y
ambiciones independentistas de algunos pueblos, facilitó a los españoles,
dirigidos por Hernán Cortés, la conquista de este gran imperio, que culminó en
1521. Las actividades económicas de esta civilización fue la agricultura y el
comercio.
La región andina del Perú comprende
tres regiones: la costa, la sierra, formada por
cordilleras, valles y mesetas
de los andes. Y la montaña que comprende las selvas tropicales del este del
país. En la costa y en los valles fértiles y húmedos de la sierra habitaron
diferentes pueblos que finalmente fueros sometidos por los incas. Esas zonas
son propicias para el cultivo del maíz, la papa, la coca, y la quinua,
elementos que los diferencia de los aztecas. Cuzco fue su capital. Su origen se
calcula que aparecieron a finales del siglo XII, cuando una pequeña tribu se
estableció en lo que es el valle del Cuzco, fundaron la capital y más tarde se
convirtió en un extenso y poderosos imperio que guarda sus tradiciones, mitos
leyendas como los demás pueblos que habitan en este continente. El señorío Inca
fue fundado por el legendario Manco Cápac a fines del siglo XIII, le sucedieron
hábiles guerreros como Pachacutec y su sucesor Tupac Yupanqui quienes apenas en
50 años construyeron el imperio más grande y extenso de América. Fueron tan
bien organizados que fácilmente lograron dominar a todos los pueblos que
hallaban a su paso, transmitieron su lengua quechua quedando como lengua
oficial del imperio Inca. Sus actividades económicas fueron la agricultura, el
comercio, los metales y la caza y pesca.